Muchos de los “problemas de conducta” bajo el punto de vista humano, en nuestros perros, como pueden ser los miedos, la tristeza, los comportamientos agresivos y la falta de atención a su guía, tienen un fondo mas profundo de lo que imaginamos.
Los Neurotransmisores son sustancias que el cuerpo produce y las usa para enviar información de una parte del sistema nervioso a otra.
Estas sustancias químicas afectan a partes del cerebro, qué a su vez afectan al comportamiento del perro.
Algunos de los neurotransmisores más importantes que influyen en el comportamiento canino son la dopamina, la serotonina, y el glucamato.
La Dopamina;En esta sustancia están la coordinación motora, y el tiempo de reacción. Afecta al la parte encargada del placer en el cerebro, por lo que una disminución en sus niveles puede incurrir en una falta de disfrutar de las cosas de la vida y de las cosas positivas.Por el contrario, un exceso de dopamina, puede inducir a conductas impulsivas, agitación e hiperactividad.
La Serotonina;Esta sustancia,el la sustancia quimica de la felicidad y regula los ciclos del sueño, el humor y el dolor.Mantener un nivel medio en la actividad de la serotonina en el cerebro es muy importante para regular un control e los impulsos y reducir la agresividad.Una baja actividad de esta sustancia puede producir ansiedad, dificultades en el aprendizaje, disminución en el control de los impulsos y mayor agresividad. Por el contrario el aumento de la actividad de la serotonina disminuye los comportamientos agresivos.
El Glutamato y el Acido GABA;
El glutamato transmite mensajes excitatorios, mientras que el GABA es el principal neurotransmisor inhibitorio. Estas dos sustancias se equilibran la una a la otra y controlan la actividad nerviosa. Trabajan juntos para hacer funcionar el cerebro a la velocidad adecuada.Si uno de ellos se descompensa, la actividad nerviosa podría dejar de funcionar efectivamente.
No todos los problemas conductuales vienen derivados del desequilibrio de estas sustancias, por lo que indicamos no volcarnos plenamente en ellas y poder descartar otras posibles causas.
Es recomendable contactar con un veterinario ó especialista en comportamiento canino, el cual nos guiará en el mejor camino para ayudar a nuestro compañero